El agobio de los minutos,
El trastorno de las horas,
Y el pie izquierdo que por la inquietud desespera,
Y con el movimiento ya supera
ese vaivén sufrido de las agujas del reloj
Y con que paciencia aguanta
El que de una espera se queja
Y de la ansiedad se acompleja,
Pues el silencio le pesa y mendigando sonrisas anda
Por el tiempo maldice
Hasta al que con la inocencia presume y por la gratitud se
escabulle,
Y del tiempo no quiere saber,
Más por cada absurda etapa
que debe recorrer,
sortearla su deseo es.
Y allí esta sentada en el banquito, en la silla o sillón, da
igual,
Espera la espera y la espera la supera;
Con que excusa tendrá que lidiar
Y que papeleo le aguarda y que mango se gasta
Y todo por esta maldita espera,
Por ese ínfimo papel que la causa supera,
Por un pedido que suplica gracia,
Todo por esta bendita burocracia.